Con la entrada número 20, creo que es hora de explicar por qué a los madrileños se les conoce como gatos. Es una historia un tanto curiosa que paso a explicar:
Como tantas otras historias de la ciudad, tiene su origen en la época árabe, que tanto tiempo estuvo asentada en la península. Corría el año 1085 y se trataba del enésimo intento de los reyes de conquistar Mayrit. En esta ocasión, las tropas cristianas de Alfonso VI se plantaron ante la ciudad amurallada, en silencio para no llamar la atención.
Un soldado, utilizando solo una daga, comenzó a escalar la pared con una gran agilidad. Llegado arriba quitó la bandera árabe y puso la cristiana. De esta manera las tropas españolas pudieron iniciar la reconquista. A este soldado le empezaron a apodar «Gato» y, por ende, a su familia también.
Bien es verdad que, siendo estrictos, se debe llamar gatos solo a aquellos cuyos padres y abuelos hayan nacido en Madrid, cosa que actualmente es bastante complicado. Pero como pasa a veces, es un apodo que se extiende a todos los que nacen en Madrid.